Anoche mientras soñaba sentí la arena sobre mis pies descalzos. Y de pronto me encontré en un verde, inmenso y precioso prado verde sembrado de flores de todos los colores. Y el cielo brillaba con fuerza en un intenso color anaranjado, de atardecer hermoso. Con nubes oscuras pero luminosas. La luz se abría paso entre ellas, intensa, encendiendo todo el campo de colores cálidos. Y fui andando a través de la hierba y de las flores que parecían no terminar nunca, mientras un viento suave pero poderoso me iba revolviendo el pelo y acariciaba mi cara… anduve y anduve, no sé cuánto, no sé hacia donde, pero no me cansaba… Y entonces allí apareciste tú, amor.mirándome era la primera vez que lo hacías . Con ese amor infinito que me regalaste durante todo el tiempo que me as dejado sentirlo. Y nuestros ojos no podían despegarse. Tampoco nuestras manos, ni nuestros labios… y así estuvimos horas, mi amor. Y ni anochecía ni amanecía, simplemente no oscurecía. El tiempo estaba detenido para nosotras dos mientras caminábamos por nuestro campo de ensueño. Mientras llegábamos hasta la playa de nuestro corazón, sin prisa ninguna, sin dejar de mirarnos, hablarnos, reírnos, besarnos, abrazarnos… sin soltarnos de las manos. Y fue allí, en medio del mar y de la montaña, dimos rienda suelta al amor,.. Como nunca lo había soñado ni imaginado. Tan hermoso como nunca antes lo había sentido, y tan real y verídico que esta mañana he necesitado tiempo y tiempo para volver a la realidad. Porque aunque no quería, tuve que despertar, y ponerle fin a mi sueño. Pero anoche sé que por fin aun que sea en mis sueños estuviste ami lado, amor.
soniach
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